Los estereotipos son ideas o creencias generalizadas que atribuimos a un grupo de personas, basándonos en características como su origen, género, edad, religión o profesión. Aunque a veces parecen inofensivos, suelen ser simplificaciones que no reflejan la realidad ni tienen en cuenta las diferencias individuales dentro de un grupo. Por ejemplo, decir que "todos los jóvenes son irresponsables" es un estereotipo, ya que no todas las personas jóvenes actúan de la misma manera. Los estereotipos pueden ser negativos o positivos, pero ambos son injustos porque no permiten ver a las personas como individuos únicos y, en muchos casos, pueden llevar a prejuicios y discriminación.